Si por destino me ocurriera.

Si por destino me ocurriera,
convertirme en una estrella.
Si me correspondiera alumbrar,
desde el firmamento.
Estaría en un pedacito de cielo,
cercana a una nube clara,
Sacudida por la brisa nocturnal,
Sintiendo la dicha de vivir, cantar, bailar,
Sonreírle a la existencia,
desde cada blanco algodonal de su textura.
¿Tu amor, sería tan inmenso,
que me reconocería, por un instante?
Me llamaría en silencio,
con la suave brisa fresca:
-Amor, ¿dónde anda?
¿Por qué no atiende mi llamado?
Y en ese silencio respondería,
en el canto de un ave:
-Estoy en cada trino del ruiseñor,
en el cristal del rocío de una flor,
en la belleza de su quietud,
al soñarme, al besarme
o simplemente en las sábanas de una noche ardiente,
en cada gota de nuestro sudor derramado,
al amarnos apasionadamente.
Más tarde, subiría e iluminaría con suaves destellos tu vida,
te espiaría mientras trabajas,
para enamorarme más cada día,
de ese ser especial que entibia mi espíritu
y fortalece mi alma.
Después muy despacito,
me enredaría en tus cabellos suaves,
y en un desparramado silencio,
lanzaría destellos sobre sus ondas oscuras.
Inmediatamente, cruzaría bajo la cascada de tus aromas,
para ir al pequeño escenario de tus mieles,
allí me sentirías envuelta en el aroma de una flor, pero no sabrías que es mi olor el que te embriaga.
En seguida, al amanecer,
buscaría refugiar mi luz,
a la sombra del árbol,
abrazada a tu regazo,
proyectaría mi minúscula silueta en cada hoja,
en cada flor, en el fruto de este amor,
escrito sobre la página de un libro.
Exactamente, en el lugar donde recuerdes leer,
que mi luz es tu luz, pues estrella soy
como reflejo de una vida,que pudimos vivir,
mientras el destino, pretendió que fuera así.
Pero, ¿entenderías que, esa estrella es,
la pequeña luz de tu amor?
Al anochecer, cuando mires el cielo,
verás la estrella más encendida,
yo dejaría caer de pronto, mis destellos
sobre tu cuerpo, convertido en un rayo tenue de luz,
este amor escondido.
Y sólo nos diríamos:
-¿Dónde estás amor, mi tesoro escondido?
-Es un secreto, tesoro, que sólo el cielo,
aquella estrella en el firmamento,
la más bella,
la que más luz tiene,
tu y yo, mantendremos en silencio.