Te acune en mis brazos en la ausencia,
ahora espero con vehemencia y ansiedad
que ilumine mi mundo de oscuridad,
con luz nuevamente tú presencia.
Las hojas seca me trae melancolía,
siento que tu amor es como ella,
a merced del viento están y es tan bella,
sin espera de nueva vida ni represalia.
Hoy, importa el momento, el instante,
no, que dure siempre o una eternidad.
Siento tu mejilla que rosa con suavidad,
volviéndome en la senda del presente,
me redime, ya puedo empezar de nuevo,
pues, veo en tu mirada, a mi propio verbo.