Olvidarte es pedir silencio a las palabras,
mutismo al paisaje que se crea en mis sueños,
es pedir al recuerdo memoria de tus besos
en la noches de estrellas y dias de alboradas.
No tendré el valor de imaginarte
en la cárcel de mis tristes infortunios,
ni con desmedida fuerza arrancarte
la pasión de tus momentos taciturnos.
Siempre estaré en el contraste de tu sentimiento
enamorando el aire bohemio que respiras,
estaré, alimentando tu débil pensamiento.
Que de lejos veo llegar tu justa tristeza
en la ausencia incoherente que nos embriaga,
no decaigas, mi niña, de esta historia inacabada.