Nostalgias en la lluvia

El denso telón de la lluvia al caer la tarde

Llena mi cuenco de melancolías ingrávidas

Sombras son las nubes dispersas por la tierra

Pentagrama del cielo, esparciéndose por la heredad

Sinfonía que desarraiga el santuario de mis pensamientos

Mientras expreso aquello, que en mi alma no se ve.

Espectros de lo que fue y ya no es, se deslizan

Como erratas de recuerdos, cual pájaros invisibles

Matices que me confrontan, deformando mi rostro

Voces ancestrales, ecos del pasado invadiendo

 fronteras, recordándome que nada es para siempre

la noche avanza, estruja, consume, en tanto la tormenta la corona.

Mis días son de batallas ganadas y perdidas…

En una larga caravana de un lenguaje incomprendido

Y de apoco me pierdo en la distancia vacía,

Alejándome de un puerto vacante con la vela desplegada

Con una sensación de no haber aprendido nada…

Mientras la noche me embarra en la cara su coro de estrellas mojadas.

Despliego penas y alegrías, en un silencio de tragedia

Hablo, pero no me escucho, pues a mi melancolía le han salido alas

Mis emociones son palabras de madera, consumidas en el fuego

Como ejército avasallante, en memoria del tiempo perdido

Donde mi boca y mi mente desean unirse, apartadas de las brasas…

Afuera, sigue lloviendo, riéndose de mis reflexiones

Ensanchando la erosión que me envuelve bebiendo mis enigmas.

Me sumerjo en alucinaciones llenos de personas y voces

Que fueron parte de mi vida, despertando dolor en mis entrañas

Lágrimas brotan como alaridos en fuga, oxidando el andamio de ese puente

Desierto mi corazón, ausencia total, danza frontal de soledad.

Me encuentro ajeno a este mundo y tengo temor

Mis palabras se vuelven un murmullo disperso en la sombra

El viento y el frío estremecen mi piel …

 La lluvia hace elevarse exponencialmente,

El recuerdo de mis padres abuelos, hermanos, amigos,

Todos aquellos que formaron parte de mi destino.

Las hojas de los árboles bailan en suaves notas sincopadas

Mi espíritu sacude los huertos, la lejanía deja escuchar

El aullido escalofriante de un perro.

La memoria atrae saltos de minucias, olvidados detalles

Todo vuelve… como vuelven las golondrinas a su verano

Todo retorna al punto de partida.

Las hojas de los árboles retoñan eventos tan reales

Puedo atraparlos con mis manos mientras pienso:

¿Realmente ocurrió así?¿A dónde fue a parar aquello?

Extiendo mis manos tratando de atrapar el tiempo perdido

Conspira el destino en mi contra entre el azul de los relámpagos.

La lluvia se desborda por el caserío, en los hogares se rebosa el amor

mientras el aguacero sigue.

Estoy viendo los fantasmas del pasado

Con diferente careta y voy atando cabos sueltos

Un ligero temblor me recorre, me hunde hasta los cimientos

Es una locomotora pasando por mi conciencia…

Acorto la distancia, entre las imágenes y mi realidad.

Las tinieblas de la noche apagan mis quimeras

Vocifero y grito: ¡Que hice!¡Que estoy haciendo ahora!

Me vuelvo un mundo de dudas, esperando amaine la tempestad.

-Un silencio profundo, sepulcral me envuelve-

¡Vengan de nuevo conmigo! Padres, abuelos,

 Hermanos y amigos, ¡tendidos por el camino!

Acompañen mis luces de melancolía,

Mis pesares se ensanchan agrandando sus alas

Ven, eterna amada y acompaña mis penas

Que tu trova se desborde y me inunde.

¡Iluminen todos! Este banquete de ensueños pasados

Les invito a que escuchen, el eco de mi corazón

¡Hagamos fiesta! Cantemos todos juntos

A los tiempos pasados y las quimeras perdidas

No importa que la lluvia caiga en pretexto colérico y…

 ¡Disuelva nuestras máscaras!