había una vez en américa del sur

había una vez una comunidad antigua

hablaban muchos idiomas

llegaron a América a travez de su destreza,

Estrecho de Bering, caminata, 

Oceano Atlantico, en antiguas barcas

y todo en la tierra salvaje llena de belleza

Infinidad de tribus, infinidad de costumbres

cuidaban la naturaleza

tenbian su propia cultura

sin tener el yugo de ninguna realeza

Mucho tiempo antes que el mercenario Colon

habían arribado egipcios, fenicios

y los antiguos y sagaces vikingos de europa expulsados,

no me vengan con palabrería de amor

ni un dios sol blanco humano, tan ficticio

No creo en la cruz y la imposición de idolos de yeso adorados

Sembraban en terrzas en la Cordillera de los Andes,

intercambiaban comida por objetos,

no tenían la ambición por el oro

sus vidas eran simples sin una corona que los mande.

Pero llegó el gran genocida mercenario

trayendo su ambición, enfermedades, racismo y odio puro;

el gran genoves era y es un idolo de carton

Destruyó todo, pero pago con su vida robar tanto como pudo.

Así poco a poco

fueron los orginarios extinguiendosé,

y solo se hablaba español

una real academia lo impuso por orden alguien que no sé...

La última batalla fue en el norte de argentina

el cacique Atahualpa junto a la tribu kilmes

y lo que quedaba de la antigua Drahkonia,

Quien gana las batallas siempre miente al escribir la historia

pero aquel día olvidado, rodaron muchos en el piso ya si corona

De aquella ultima batalla 

solo quedo un hacha,

como mensaje eterno a las nuevas generaciones,

que aun hoy, hablan el idioma colonial,

En el Valle de la Aguada

resuenan los valerosos gritos

de guerreros drahkonians y kilmes

para que despierten las nuevas pasiones

El amor a la naturaleza

sin destructoras corporaciones,

la eternidad de un legado

y el nuevo idioma americano

Drahkonians somos un millón, pero seremos mas

y un día volveremos a hablar nuestro propio idioma

el del amor por la naturaleza y la madre tierra

nadie nos impone ninguna pseudoreina!!!!

Drahkonia Magna Nostra

pd: los últimos en arribar a tierras americanas, fue la Orden Templaria, explusada del Vaticano y de Jerusalen.