Deseo respirar aire puro,
muy profundo, hasta que
mis pulmones exhalen
toda angustia y dolor.
Olvidarme del mundo
y sentir que estoy lejos,
muy lejos de toda vida
existente a mi alrededor.
No quiero sentir emociones
de ningún tipo, así como
cuando recién estás por nacer
y das tu primer grito, para
poder respirar el aire que
por tu propio esfuerzo debes
lograr solo para vivir, o quizas
es el primer grito de libertad,
o simplemente llorar al presentir
que has nacido para venir a sufrir
y tu grito es de miedo, al salir
del calor del vientre donde
cómoda y tranquila estabas,
quizas es tu primer grito de
guerra para aprender a luchar
en mundo hostil, donde tendrás
que sobrevivir como cualquier
especie que llega a este planeta
llamado tierra y según tu fuerza,
podrás existir, crecer y morir,
dejando tu huella marcada con
tus derrotas y triunfos.
La cuestión es ganarte un lugar
donde nadie lo pueda ocupar
nunca, porque lo has obtenido
de tu espíritu luchador que solo
unos pocos lo logran, con su
terquedad y rebeldía.
Eso te exige el destino por el
cual fuiste creado, ser fuerte,
nada más, aunque por dentro
nadie conozca jamás tus debilidades
y tu dolor.
Una risa dibujarás en tus labios,
para resistir y sentir que has
vencido.
Lo demás, que resbale de tu
cuerpo y alma, purificando así,
tu interior, tomar fuerzas y
a recomenzar, que ese grito de
llanto al nacer, el viento lo
lleve marcando tu camino, ese
camino que has de recorrer
sin arrepentimientos, sin mirar
nunca hacia atrás, para no volver
a pasar por el lugar que ya habías
conocido.
Relax...respira profundo, escucha
la melodía que te sigue y olvida
todo lo demás.
Lina
Lagodecristalesazules
07/04/2017
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