El primer poema llegó a mis manos,
Como el mejor regalo inmerecido,
Sus letras amarillas por el tiempo,
Me impregnaron de piel y de rocío.
Me extendió sus manos de romance,
y lleno de versos tristes las quimeras
Siempre estaba presente en mi dolor,
Dejándome el consuelo de su amor.
El segundo poema cuido de mí,
Nunca me dejo vivir en soledad.
Así recorrí un largo camino al sol,
Medio siglo y unos años de pasión.
Entre piedras de colores y azucenas,
Espinas, dolores y muchas penas,
Lo hice confidente de mis ansias,
Deshojando matorrales de ignorancia.
Aprendí que es muy difícil este arte,
Trabajar y ser poeta en este mundo,
Pero el esfuerzo si vale la dulce pena,
Cuando se escucha el grito de un poema.
AUTOR: IVAN CARRASCO AKIYAMA /PSEUDÓNIMO: D_amadore