Me pareció escuchar tus pasos,
que llegaban,
creí oír tu voz,
que me llamaba...
escuché ese "permiso"
que siempre decías...
pero no eras,
...te escuché y no eras...
No eras tú, no era nadie,
nadie entró en mi casa,
pero yo escuché tu voz,
¡ tantas veces me parece escucharte !
pero son mis ganas de verte
las que me hacen oírte, tan claramente...
¡¡Te Extraño!!
Infinitamente, ¡Te Extraño!
No lo puedo evitar...
Es entonces, cuando puedo escucharte,
cuando puedo oír tus pasos,
cuando te siento cerca... y estas lejos...
Es entonces, cuando hurgando en mi memoria,
llegan hasta esta realidad...
tu voz, tus pasos... sin que sean verdad.
Elsa Fariña