En lo profundo de mi corazón enamorado
a su ancla estas afianzada como un barco,
olas de deseo tu cuerpo lo golpeaba
y cuan arrecife resistía toda embestida.
Sentías recorrer en las curvas una babosa
que con su humedad estremecía el libido,
si a las cavidades con magia ha llegado
vibrando los glúteos cuando mi asta goza.
Con un tigre que degusta presa, me comparas,
al usar del camasutra sensuales posiciones
que estimulen el punto g, y el acto disfrutarás,
con cada caricia descubres nuevas sensaciones,
al estremecer el cuerpo los líquidos expulsarás,
por fin haber alcanzado saciar las emociones.