Deleite, la caricia de tus alas,
mariposa de amor, luz de mi vida,
cuando de pronto en mi interior te instalas,
como un tumor, como fruta prohibida.
Aleteas sin límites logrando,
se erice mi piel, se enciendan rubores,
junto a un te quiero tu nombre gritando,
mientras pintan mi alma, tus colores.
Rompe con tu hábito, no desvanezcas,
impide a lo fugaz de tu existencia
te anule, y te lleve de mi lado.
Que cada día junto a mi amanezcas,
que nunca tenga que llorar tu ausencia,
ni sentir, que me has abandonado.
® Susana Valenzuela
02-02.12