Contra Soberbia, Humildad

1.
Porque infinitos mis anhelos son,
Mis logros limitados han de ser:
Querer ser sólo lo que ya se es
Dios lo podrá querer,
Porque lo es Todo ya. El Hombre, no.
Querrá ser más que nadie
Y siempre lo querrá,
Mientras le queden metas
Por alcanzar.
Si Otros las alcanzaron,
El las alcanzará.
Ser menos que el que menos
Nunca querrá.
Mas siempre luchará
Por ser más que el que más.
Tras los que van delante
Correrá sin descanso
Hasta darles alcance
Y no caer derrotado.
Y a tal conducta, el Hombre,
Nunca Pecado.
Siempre Emulación noble,
La ha considerado.
2.
Dios no querrá ser más,
Pues serlo, aunque quisiera, no podría,
Porque lo es Todo ya.
Pero jamás el Hombre,
A ser sólo lo que es., a no ser más,
No se va a resignar,
Y pues no se resigna,
Contra los que más sean
Se rebelará.
Querrá ser como Dios. Querrá ser más.
Y sentirá, tras de él, la larga sombra
De Satanás,
Que vaya a donde vaya
Como una Tentación le seguirá.
3.
Jesús Mío y Dios Mío:
Siendo el Hijo de Dios, también quisiste
Ser el Hijo del Hombre.
¡Qué Lección de Humildad
Y qué Lección de Amor las que nos diste!.
Jesús Mío y Dios Mío:
El Mundo entero a tus pies tuviste,
Pero el más Pobre entre los Pobres fuiste,
Pues viniste a servir, no a ser servido.
Por redimir al Hombre,
Maldito ante Tu Padre,
Jesús, te hiciste,
Y Tu Padre, en Tu Nombre,
Nos perdonó por Ti nuestros Pecados,
Por Ti nos permitió llamarle Padre.
¡Cuánto, para encumbrarnos,
Jesús, te rebajaste.
Y frente a la Ambición y la Soberbia
De tus Apóstoles,
Disputándose entre Ellos
Los máximos Honores,
Les hiciste, solemne, esta advertencia:
Quien de Vosotros quiera
Ser el primero,
Que el último de todos
Entre Vosotros sea.
Que el Servicio a Los Otros
Entre Vosotros sea
El Título que os dé mayor Grandeza.
Y los pies les lavaste
Para que a Tus Palabras
Tu Ejemplo les siguiera
Y lo imitaran.
Jesús, con tu Humildad,
Qué humillada dejaste
Su Ambición y Soberbia
Ante Ellos mismos y ante Los Demás.
4.
Cristo, ante Ti el Soberbio,
Aún más indigno es que el Egoísta:
El Egoísta no ama.
El Soberbio tampoco.
Pero, además, desprecia.
De menos hace a todos
Para hacerse él de más.
Y no respeta
Lo que de más sagrado tiene el Hombre:
Su propia Dignidad.
La Humildad es amar
Más que el que más.
Y amando merecer,
También más que el que más,
De Aquel que nos dio todo
Cuanto tenemos,
Para que se lo demos
A Los Demás.
Y al darlo todo, todo lo ganemos,
Que el que todo lo guarde,
Todo lo perderá.
Son Palabras de Cristo.
Recuérdalas.