Soñar es bonito.
Despertar es duro.
Tus sueños queman.
Mi despertar endulza.
Tumbarse relaja.
Estar de pie cansa.
Te has tumbado sobre el hoyo.
Piso tierra firme.
Hablar acaba liberando.
Escuchar acaba aburriendo.
Hablabas con el enemigo.
Escuchar me ha dado experiencia.
Vivir el hoy, ¡qué alegría!
Sembrar para mañana, ¡qué agobio!
Ya es mañana, no queda nada.
Ya es mañana, tengo lo que quería.
Caminando cuesta arriba.
En la cumbre.
En la cumbre.
Cuando tu vas yo ya vuelvo.
Una parada, un buen descanso.
Voy corriendo, estoy agotado.
Tu tiempo finalizó mientras descansabas.
Ya he llegado, ahora a relajarme.
Intentando ser otro es todo más fácil.
Ser yo mismo cuesta.
Vida perdida por intentar ser quien no eras.
Soy feliz, soy yo. Soy yo, soy feliz.
¡Qué bonito que es soñar cuando tienes alguien que te endulza al despertar!
Aprovechando el tiempo para tumbarte, porque ya había otro de pie pisando tierra firme por los dos.
El colmo del egoísmo: hablar sin dejar hablar al otro.
Si todos viviéramos el hoy sin pensar en el mañana, no habría mañana.
Es casi imposible perderse cuando alguien te va marcando el camino.
¡Vamos! Muévete por ti mismo, yo ya me he cansado de empujarte y de esperarte. Como no me sigues el ritmo, me voy yo solo.
Vive la vida, sé como tu quieras ser.