La habitación demasiado oscura para encontrar el destino,
escuchando los consejos del silencio que no habla,
abro mi cajón para guardar los sentidos, no quiero sentir que siento…
Cambio mis miradas por las de un ciego,
ya miro sin verte… y escuchar espero…
Paseando por palabras que desmienten lo sincero,
caminando por las risas para no tocar el suelo,
hablo con alma ausente, con un alma que no siente
lo que oculto en el cajón de imposibles de mi mente.
Usurpando los temores de tenerte y de perderte,
por sonrisas que aun impidan que empeore lo presente.
Acortando las distancias entre frase y frase,
por si mi alma encuentra escape a los muros de palabras…
Ya conoces lo que oculto, yo te dije lo que sabes,
tu silencio acabó el libro y yo lo cerré una tarde.
Ya no canto mi canción, por las noches ya no vuelo,
y quitando esta excepción lo que canto no lo enseño,
…y mientras tengas mis alas, sólo volaré en sueños.