Amo tu presencia y tu ausencia,
es cuestión de distancia, no de corazón.
Tu nido de amor entre montañas
y el mío entrecruzado de colinas,
se extienden y juntan en un gran corazón
que envuelven el tuyo y el mío,
en una nube única y maravillosa,
suspendida del firmamento celestial,
que lo sostiene con fuerzas,
para lo buenos y malos momentos,
que nos depara la vida.
Pero esas fuerzas,
harán que ese malestar sea superado,
y muy pronto sea nada más que un mal sueño
rebosado por el intenso amor filial
que siempre late:
como alas de aves que cruzan por el aire…
junto a la Mano de Dios….
Mecha Foderé