"Oh Fortuna, como la luna cambiante, siempre creciendo y decreciendo; detestable vida primero oprimes y luego alivias a tu antojo; pobreza y poder derrites como el hielo. Destino monstruoso y vacio, tu rueda da vueltas, perverso, vano es el bienestar y siempre se disuelve en nada, sombrío y velado me mortificas a mi también; ahora por el juego traigo mi espalda desnuda para tu villanía. El Destino está contra mi en la salud y la virtud, empujado y lastrado, siempre esclavizado. A esta hora sin demora toca las cuerdas vibrantes; puesto que el Destino derrota al más fuerte, llorad todos conmigo!" CARMINA BURANA
¿Quien arroja las cartas
y marca el rumbo de los pasos?
Inquietud de saber si todo está escrito
o si al acaso día a día
se van hilvanando nuestras decisiones
y así se va tejiendo la vasta red
de nuestra existencia con acciones.
Gira la rueda de la Fortuna,
y nos toca el placer o el dolor.
Oh Fortuna, siempre cambiante como la Luna,
¿de que valen la riqueza y el poder?
Fulgurantes espejismos que encandilan
y al final todo se resuelve en nada,
tal aquél, ayer poderoso y hoy convertido en polvo,
tan sólo el recuerdo de su vida ha quedado,
hoy ya todo su porvenir es pasado.
Oh Fortuna, tan cambiante como la luna.
Hola Nadia, como me gusta escucharte, si, hace tiempo que no cruzamos un comentario, jeje...y eso que te tengo entre mis favoritas. Bueno, como caballero andante, a tal dama tal honor. Así que aquí tienes mi comentario y mi diez para esta tu bonita poesía. Y escribe más a menudo, tu eres de las buenas. Besos. El poeta desconocido.