De mí te digo que sigo frío como cuando -
rechazaste mi abrazo
de mí casi ni me acuerdo, porque en todos estos -
meses bajo el mar mi historia he anclado.
De mí, muchas mañanas y tardes me he reido,
pero jamás tan igual a las carcajadas
que contigo soltaba;
de mí, hartas noches y hartas madrugadas mucha-
pena yo he sentido
y mucha pena le he causado a la luna
y a las estrellas también, y a la noche y a su -
silencio
y su silencio a rato en llanto junto a mí, y me -
a abrazado,
pero jamás igual a tus abrazos, ¡abrazos que me -
negaste!.
De mí, de mis ojos caen una tras otra garua de sal
como para atrapar al pez la red cae al mar
a ese mar que ayer me vió herido pero convencido
de que no estaría vencido, y mira hoy como se ha-
confundido.
De mí te desataste y tiraste las cadenas¡Dios -
sabra a donde!
y sabra él también donde te escondes tan lejos de-
mí,
de mis caricias, de mis besos,
de mis tristezas, de mis locuras, de mis celos,
de mis llantos, de mis abrazos¡abrazos que yo -
nunca te negué!.