Le pregunto al silencio con toda la voz,
Le pregunto a la música con las baladas,
Le pregunto al tiempo cuando se paró el amor,
Pero al olvido…, al olvido no le pregunto nada.
Le respondo a la mente con el corazón,
Le respondo al corazón con todo el alma,
Le respondo al amor con más amor
Pero al olvido…, al olvido no le respondo nada.
Le explico a la locura que es la razón,
Le explico a la razón que está equivocada,
Le explico a un poema como puede ser canción,
Pero al olvido…, al olvido no le explico nada.
Le perdono al otoño marchitar una flor,
Le perdono a la soledad recostarse en mi cama,
Le perdono a la noche que apagase el sol,
Pero al olvido…, al olvido no le perdono nada.
Le reprocho a las penas aplacar mi ilusión,
Le reprocho a la tristeza extraerme las lágrimas,
Le reprocho a esté poema no nombrar a quien olvidó, Pero al olvido…, al olvido no le reprocho nada.
No le pido al destino ninguna explicación,
No le pido a un ángel las alas prestadas,
No le pido que siga latiendo mi corazón
Pero al olvido…, al olvido le pido, que ella no me olvidara.
Pablo Berkell
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!