Hoy me perdono ...

Hoy me perdono a mi mismo
por mis pasados errores,
por mis frustrados amores
y mi estúpido egoísmo.
Me perdono por las culpas
fruto de mi inexperiencia,
me perdono la impaciencia,
la soberbia y el cinismo;
me perdono la inconciencia
con que me orillé al abismo
con funesta indiferencia.
Hoy me perdono momentos
de dolor y de vergüenza
clavados en mi conciencia
con un burdo fatalismo;
me perdono mis torpezas
y, también, mi cobardía,
me perdono mi ironía
y mi habitual pesimismo.
Me perdono humildemente
por lo que pude haber sido
antes de errar el camino,
me perdono este destino
que fabriqué torpemente.
Me perdono, al fin, las faltas
que en mi vida he cometido.
Me perdono lo omitido
con el ánimo sereno
y retengo sólo lo bueno
para un mejor porvenir;
ahora comienzo a vivir
sin el lastre en mi memoria
de la que fue triste historia
en mi agitado vivir.
Hoy me perdono también
por mis errores presentes:
porque no he aprendido mucho,
porque no soy más paciente
ni más sabio, ni más ducho
de lo que fui hace diez años,
o hace quince, o hace veinte.
Me perdono las flaquezas
que vengo arrastrando aún,
a pesar de mis esfuerzos
por arrancarlas de mi
a lo largo de mi vida.
Hoy por fin cierro la herida
del pasado y del presente
con el corazón valiente
y una madura entereza.
Porque es inútil vivir
llevando el alma cargada
con el agobio y la pena,
con esta estéril condena.
En vez de tanto sufrir,
hoy me dispongo a seguir
con la frente levantada,
con el alma renovada,
una vida más serena,
más sana y equilibrada.-