MEDITACIÓN IMPOSIBLE

MEDITACIÓN  IMPOSIBLE.

Por: Alonso Quintín Gutiérrez Rivero

Hay  puertas cerradas,

de gigantescos goznes,

que esconden secretos

de jardines florecidos

y terribles homicidios;

puertas de chirridos alargados,

 evocando quejidos,

tesoros escondidos,

voces mutiladas,

frenesí de abrazos,

fragor de pesadillas

y cantos olvidados

en los viejos precipicios

de los quicios de las puertas;

puertas cerradas para siempre,

en el triste desván de la vida,

como atajando enjambres

de recuerdos;

 alucinando,

en cada rayo de luz

olvidado en las rendijas.

Hay puertas

por donde  pasa el olvido

sin preguntar

por nuestras vidas

como si apenas fuéramos

un viento de cenizas