OMNIPOTENCIA

No hay fuerza más poderosa

que el poder de un verso vivo,

es como impulso lascivo

que deviene en una rosa.

Nace en la mente y retosa

como un poder adictivo,

dejando de ser subjetivo

al tornarse en verso o prosa.

Siento lograr cualquier cosa

cuando mi verso yo escribo,

y siento que al cielo arribo

si creo una frase hermosa.

Poeta es aquel que rebosa

de un deseo imperativo

por lanzar el verbo activo

que, ardiente, en su alma reposa.

Y si en su esencia se posa,

cual un ave, un verso vivo,

sentirá ser receptivo

a un toque de mariposa.

Poesía es fuerza asombrosa

en grado superlativo,

cuyo poder atractivo

es su esencia glamorosa.

Es ambrosía sabrosa

que hace al corazón cautivo,

pricionero al inventivo

de una mente esplendorosa.

Es llamarada frondosa

la fuerza de su incentivo,

y es difícil ser pasivo

ante su instancia armoniosa.

Puede pintarse una rosa

del modo más objetivo,

que es mejor el descriptivo

del poeta hacia la rosa.

Quedará claro una cosa

en todo ser cognitivo:

¡Que el poder de un verso vivo

es la fuerza más grandiosa!.