Tantos poemas por escribir,
algunas cartas por contestar;
lo cierto es que nada es igual,
lo cierto es que tu ya no estás.
Un diario sin concluir,
nuestra foto, los dos en Madrid;
que tiempos que no volverán,
cuantos recuerdos quedaron atrás.
Una jaula de cristal es a lo
que suelo llamar mi hogar, en
eso se convirtió, en ventanas
y poco más.
Soñé con un patio, un jardín,
con dos hijos y una esposa;
cuatro sillas, una mesa y
tantas cosas.
Dibujé un domingo de cuatro,
bicicletas, patines y algunas
tardes al cine; fué un cuadro
de familia, era la historia
de una vida.
Lo cierto es que tú ya no estás,
lo cierto es que de nada vale soñar.
Autor : Martin Lunary