La noticia al mundo, hirió corazones.
Las entrañas de la Tierra cimbró.
En cierto lugar, el cielo lloró.
De la Naturaleza, las razones.
Se intentaba reprimir emociones
pero, aquel momento, heridos nos vió.
El mundo entero se conmocionó.
Por fatal momento, las oraciones.
Al encuentro de las divinidades
un hombre de paz había partido
tras larga, penosa y paciente espera.
Paz y libertad hizo realidades.
Viajero, a mi Patria, había venido;
Papa Juan Pablo Segundo, El Grande, era.
Plausible en nuestra esfera:
con "México siempre fiel...", elevamos
plegarias por el mundo que soñamos...
Adiós Karol, cantamos...
Adiós al Magno Papa Peregrino
que nos trajo más fe de donde vino.
Martín Fuentes Castillo.