Ando buscándote, amor, por donde quiera
que mis pasos me llevan -al desencuentro-
y en el mar alborotado está la espera
escribiendo en el aire estos fragmentos.
Deja que te cuenten las estrellas mi llegada
y que el aire del deseo llegue fresco,
porque al abrigo de tu alma alborozada
genio y duende tengo atento.
Dame, dame besos de amor y deseo ardiente.
Dame, dame tu silencio repleto con tus frases ideales.
Dame, dame amor, tu risa, tu yo sin equipaje, tu trovar.
Impregnaré al aire con aromas del rocío de poniente,
enjugaré tus penas en mi solaz de vanidades
con metáforas de poeta en bullicio mundanal.