recuerdo haber estado en un hermoso parque de diversiones de la mano de mi padre. recuerdo estar obnubilado ante tanta luz y sonido de aquel fantástico lugar, lleno de payasos, niños, animales, juegos, premios, etc. recuerdo correr tras uno de los miles de juegos, y, sin saberlo, recuerdo haberme soltado de la mano de mi padre. recuerdo aquellos muñecos de colores y formas graciosas. recuerdo tratar de coger la mano de mi padre. recuerdo entender que estaba perdido en un parque hermoso y lleno de tanta soledad. recuerdo llorar y llorar. recuerdo escuchar las voces de gente mayor hablando de un niño perdido. recuerdo ver que nadie me hablaba. recuerdo ver que todas las luces morían al igual a todos los demás seres de aquel fantástico lugar. recuerdo buscar un lugar donde apagar mi angustia y dolor. recuerdo encontrar una banca fría en mitad de la noche. recuerdo cerrar los ojos y sentir que todo moría. recuerdo abrir los ojos y estar echado en una cómoda cama, mirar los cuadros y entender que estaba de vuelta en casa. y ahora, ya mayor, recuerdo haber llegado a un mundo maravilloso y olvidar a mi creador. y luego, recuerdo cerrar los ojos y sentir que en cada aliento estaba mi hermoso creador, empujando mi alma hacia valles donde la vida se hace dulce y maravillosa como un eterno parque en mitad de la cuerda existencial.