Hace tiempo que dejé de ver tus ojos,
hace tiempo que dejé de oír tu risa,
y en mis labios la pálida sonrisa,
se ha ido tras de ti, tras tus sonrojos.
Los besos que me diste a toda prisa,
borraron de mi senda los abrojos,
pero hoy que estoy sin ti, en mil despojos,
se ha vuelto mi eixstencia sin tu risa.
Acaso mi eixstenccia -que es tan corta-
no tiene más razón que el adorarte,
pues hoy que te ha perdido, nada importa.
Tal vez jamás debí de haberte amado,
y solo el gris consuelo de esperarte,
es todo, lo que ya me habrá quedado. (2006)