La Amante Muerta

Ya pueden caer montañas.
Ya puede pararse el viento.
Aunque explote el firmamento
y aunque tejan las arañas,
trampas para mis lamentos. Yo, desde la verdad que
enterraste al enterrar mi cuerpo.
Te voy a seguir amando,
y te voy a seguir queriendo. Las entrañas de la tierra
se remueven con las mía
y no es por la muerte misma,
es. por aquel recuerdo. Que yo he muerto es bien cierto.
Pero el recuerdo no muere.
El recuerdo vive en el aire,
en los mares, en los desiertos. Y ni el frío ni la humedad,
ni aun los calores eternos
pueden vencer el recuerdo
de los amores que fueron.
Orgasmos, caricias y llantos,
perdones, salivas y " Te quiero ". A estos amores los matan
los vivos si los están viendo.
Por que los muertos los guardan
en un manantial eterno,
de felicidad ausente.
Pero vivos en el recuerdo. Por que los muertos no olvidan
que vivos en otros tiempos,
alguien les dijo. " No mueras ".
Mientras ellos decían. " Me muero ". Como olvidar aquellas noches,
en que arrancándome el camisón.
Tú bebías de mis pechos,
y yo perdía la razón. Aun me calienta el recuerdo,
el recuerdo de aquellos echos.
Asta sube a mis mejillas
esta sangra que ya no tengo. Los Cipreses silben olvidos.
Olvidos para los muertos.
Pero mi lengua mi cuerpo y yo
le hacemos gestos perversos
pidiendo perdón a Dios,
que cambia almas por cuerpo
intentando darnos una paz
que no quieren ni los muertos
que un día sintieron ese amor,
esas caricias, y esos besos. Por eso amor mío te juro,
que aunque tardes en llegar,
y aunque mil amantes tengas
yo seré tu realidad,
tu presente y el de antes. Y por eso y sin aliento
y desde la frialdad de mi tumba
y renunciando a mi alma.
Te voy a seguir Amando.
Te voy a seguir Queriendo.