Me encanta escuchar los ruidos
del lugar donde trabajo,
se destacan los sonidos
del yunque y su golpe bajo.
La fragua al estar prendida
te hipnotiza lentamente,
no puedes quitar la vista
de la flama, que se siente.
Al doblar el duro hierro,
el arte, has de contemplar
de cada rizo que forma
el herrero al trabajar,
conformando los diseños,
al tanta curva forjar.
Luego llega cada pieza
al resane y la pintura,
el decorado al final,
ya parece una escultura!
Realmente, esto es facinante
y me atrevo a comentar,
que es Regio, orgullosamente
el negocio familiar.
HA NACIDO CON EMPEÑO, DEDICACION
SACRIFICIOS Y LA MAS ALTA CALIDAD.