La voz de la soledad

En el grito sordo
del eco de la soledad
siento que naufrago
en una tempestad
de pensamientos ciegos
que zozobran en el barco de tus recuerdos.
Hurgo en las tinieblas
de tu sonrisa enmudecida
que habla como sonámbula
por caricias perdidas
en la distancia,
enredadas en la muralla
del desamor que te complace.
El purpura de tus besos
se fusiona con el gris de la tristeza,
como el fuego se hace ceniza
y solo quedan astillas
de un presente moribundo.
Aquí estoy
prisionero de la soledad
que me dice
que ando perdido
en un viaje sin retorno
rumbo al vacío
de unos brazos cerrados
y unos labios
que se pierden a lo lejos. Laureano Marcano N.