Esas lagrimas de celeste cielo

En un gesto impensado
entorpesistes su camino;
esas dos làgrimas fueron el grito
inconfeso de tu infortunio.
¡Mi niña que tiene dolores!
tiene frustraciones y decide
enfrentar el dìa bajo mi mirada
bajo mi consejo y mi dolor añejo.
Tù madre,la que sabe de dolores
de sacrifios y desaciertos
sabe que son tus primeros desacuerdos
esos misteriosos pasos, que damos en la vida.
Y ella para sacudirte la pena,te dice:
el dolor suele hacer vernos mejor el panorama
con màs claridad la postura
dando ese riego de sabidurìa espontànea
que nos acompañarà, toda la vida.
¡Esas làgrimas de celeste cielo!
tienen el peso de tu juvenil pena
incomprendida e injusta
que todos sentimos en esta etapa de la vida.
Mi niña, hija de mi primavera bendita
hay que seguir bregando siempre
con esa linda sonrisa tuya.