Para borrar esta angustia,
que carcome trozo a trozo,
la animada materia
y convierte el grito,
en un violento susurro. 
Para secar esas lagrimas visibles,
con el invisible panuelo 
de mi palabra,
y llegar hasta el centro,
irradiando luz. 
Voy a entregar a la pira,
los suenos viejos,
y esperare paciente,
la esperanza nina,
que me dejara este hoy de nostalgia. 
Voy a buscar el desafio  en la ternura,
para esconder el rostro,
en su plumaje,
voy a hincar en el barro,
mis rodillas, 
y elevar mis palabras 
al celeste,
para luego comenzar a ser.
y siendo,
no volver a llorar,
mas nunca!