Hermosa mujer!

Hermosa mujer, de mis sueños venerables
ojos de miel y el racimo de inquietudes,
la paz de tus entegas y el beso inimaginable
los silos de caricias envueltas en mis nubes.
Hermosa mujer! que a tus años la fragancia
está tan viva que luces tan apetecible
que al perfume de tus senos mueren mis instancias
cuando velas por mí con recursos indecibles.
Hermosa mujer! que has vivido la inocente
pasión de un hada cubierta de algún silencio
y a cada poema mío la pregunta consecuente
de mirarte a los ojos con los cambios de mis vientos.