Si pudiera vivir de nuevo
sabiendo lo que ahora sé
¡qué distinto viviría!
Cuántas cosas cambiaría
con mayor prudencia y fe.
Valoraría más mi tiempo
y ya no lo perdería;
hace años, yo no sabía
que se va tan fácilmente,
lo efímero del presente
y lo amargo del ayer,
que resultó insuficiente
para cumplir cabalmente
todo lo que había que hacer.
Valoraría mi dinero
en su justa dimensión:
sin la estúpida ambición
que nos mueve a acapararlo,
sería más sabio al emplearlo
y compartirlo en una justa,
correcta, administración.
Cuidaría más mi salud,
sin excesos ni imprudencias
y no tendría las dolencias
que atormentan mi vejez;
haría una cosa a la vez,
midiendo mis energías
y ahogando mis impaciencias.
Pensaría menos en mi
y más en mis semejantes;
procuraría ser mejor,
más útil y acomedido,
menos torpe y engreído,
consolando al afligido,
sin el egoísmo de antes.
Pero, ¡qué triste verdad
la que enfrento en el presente!
Fue mi vivir imprudente
y falto de caridad,
me faltó la asiduidad
y un carácter más valiente,
más cordura y más bondad.
¡Qué triste es, al final,
comprender nuestras torpezas!
Saber ahora, a esta edad,
que pudimos ser mejores;
que las penas, los dolores
que sufrimos en la vida
son cosecha merecida
al sembrar tantos errores.
Y sobre todo, lo peor
es comprender claramente
que el tiempo ya se ha agotado,
lo que no hice en el pasado
ya no lo haré en el presente;
ya no hay tiempo suficiente
y mi vivir equivocado
me condena, finalmente.-
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!