A TUS OIDOS

"A TUS OIDOS"
Oídos que rechazáis
piropos con los que intento
expresar con noble acento
lo que a mi alma provocáis.
Decidme: ¿por qué os cerráis
a mi verbo apasionado
y a mi voz ponéis mordaza,
siendo como es tan escasa
la gracia de un desgraciado?
Oídos en que pudieran
penetrar mis voces graves,
dulces oídos suaves:
¿qué haríais si os impusieran
un silencio y se durmieran
las voces del mundo entero...?
¡Nunca oiríais que os quiero!
Abriros ya, por piedad
y a mis palabras dejad
penetrar en vuestro fuero.
Os quiero oídos, abiertos,
sin vetos y sin barreras;
atended mis lastimeras
razones. Veréis cuán ciertos
son mis clamores y asertos
y a vuestros tímpanos gratos.
Oídos: no seáis igratos,
dejad vuestra timidez
y atendedme de una vez.
No he de daros malos tratos.
Cese vuestra indiferencia,
oídos que os enfadáis
cuando halagos escucháis.
Sabed que no es pulcra ciencia
vuestra actitud e inclemencia.
Además ¿por qué os turbáis,
al punto que os molestáis
si dulzuras os profiero?
¿Sentís tal vez más sincero
el insulto que aceptáis?
heriberto Bravo Bravo SS.CC (Derechos reservados)