¿Desea y necesita,
acaso el niño,
el regazo de su madre
que nunca, desventurado
.ha conocido?
¿No desea quizás el ave,
que encerrado de vuelos
a vivido,
remontarse en el viento
y sentir entre sus alas,
lo que jamas ha sentido?
¿No desea la desierta tierra,
la nube que moje sus entrañas?
¿ Desea el hombre, el amor no conocido, para levantarse
en el vuelo de los vientos
que llevan, .
disfrutando las ráfagas,
como si fueran caricias?
¡Para florecer en gajos de vida plena,
y dormir en el regazo
de la mujer amada, y que no llega!.
Edgardo Ruiz Beldarrain
21-09-09