Debo agradecer a la vida,
porque cuento hoy contigo!!
no te esperaba tan pronto,
y tampoco en amistad,
pero debo hoy confesarte,
que me das felicidad.
Mil gracias mi gran amigo,
por escuchar mis quejidos,
por tenderme la mano,
cuando el corazón está dolido.
por decirme cosas bellas,
cuando el alma entristecida, esta.
por no juzgar mis errores,
cuando tengo equivocaciones.
por mostrarme quien soy yo,
aunque dudas no tenia,
pero vengo a reafirmar,
lo que mi alma sentía.
Gracias Eduardo
por compartir conmigo.
tanto tristezas como alegrías!!
"Te quiero mucho"
Amiga Mía: ¡Vaya que para sorpresas no acaba uno, contigo! Y bellas sorpresas, además. Son muy amables, de tu parte, esas palabras; pero soy yo quien debo estar agradecido de que un alma noble y buena me considere su amigo. Cuenta conmigo y con todo mi aprecio, para lo poco o mucho en que pueda serte de utilidad. Gracias, de verdad.