La noche sigue allí en nuestra,
habitación y como siempre es, la más bella noche de amor, inmóvil te siento sobre la cama,
mientras mis ojos se recrean,
mirando fijamente la más bella,
estampa de tu cuerpo desnudo,
donde mis ojos recrean su mirada.
Te insinúas a mí mientras esperando,
no puedo dejar de admirar, tan bellas vistas donde mis ojos,
no pueden dar crédito de tanta, hermosura como están admirando, un momento mis ojos dejan de mirar,
tu sensual cuerpo con esos deliciosos,
senos redondeados muy suaves,
como la seda o el satén.
Mis ojos siguen caminado por, tu cuerpo y bajando la vista por,
el seductor sendero de tu pubis,
y no dejan de mirar tanta belleza,
cuando un poco más abajo,
mi mirada se pierde cuando aparece,
ante mis ojos una bella y rosada,
vagina toda mojada por donde,
rebosan unos exquisitos fluidos,
muy jugosos, blancos y viscosos.
La luna que se cuela entre las cortinas,
de la ventana y siento que aún nos, espía muy celosa cuando ve mis manos,
como acarician tu cuerpo y
mis labios buscan tus ansiados tesoros, húmedos para poder acceder a besarlos.
Las estrellas que nos ven desde el cielo,
se sienten aun más celosas que la luna,
cuando admiran tu bonita sonrisa,
por esta dulce alegría que está,
sintiendo tu cuerpo cuando beso,
tus atesorados manjares rosados.
Algunas de las estrellas se esconden, tras un brillante manto de luz
porque no entienden como estás,
tan feliz, porque no comprenden,
lo que es el sentimiento del amor.