Lluvia en mi desierto
Ahí estabas la primera vez que te vi,
Como en un tonto cuento de hadas.
Apareciste radiante ante mis ojos.
Ojos incredulos que negaban hasta entonces enamorarse.
Y me hablaste, y el exceptisismo comenzo
a temblar de miedo al ritmo de mi corazon acelerado.
No comprendia, aun hoy no lo comprendo.
Convertiste al mas ateo, en religioso de tu cuerpo.
En el cortejo mas rutinario intente demostrarte
cuanto significabas en mi vida.
Como tu sola presencia me convertia en el hombre mas grande.
Cada tarde, cada noche, me envolvia en deseos de hacerte mia.
Deseaba despertar cada mañana a tu lado, compartiendo la misma cama.
Reposando ajenos al mundo sobre la misma almohada. Entremezclando sueños.
Convirtiendolos de tuyos y mios, a nuestros.
Hasta que convencida aceptaste mis promesas mas absurdas
de entregarte maravillas fuera de mi alcance.
Viste en lo prufundo de mis ojos
el deseo de desafiar al mundo y entregartelo servido cual trofeo.
Y me amaste, nos amamos tanto y mas cada dia.
Entre bajos y altibajos renovamos esos votos del primer instante.
Deseandonos con locura aceptando nuestras diferencia, abandonando mutuamente
nuestras arrogancias, sin renunciar a nuestras creencias. Se volvio tan simple aceptar lo que antes era intolerable, simplemente al sacarnos el velo de buscar la perfeccion.
Al darnos cuenta que tu y yo sin ser perfectos estabamos echos a la medida el uno para el otro.
Y hoy cuando pensaba que no podia amarte mas, que no habia dicha mas grande me miraste nuevamente. Iluminada tu sonrisa provoco estragos en mi cuerpo. Hacia mucho que tanta dicha no conspiraba en tu rostro que hoy se mostraba ante mi arrogante.
Senti celos inmensos de tu felicidad excesiva. esa que no compartias conmigo.
Esa felicidad que exhibias ante mis ojos desconcertados.
Y una extraña tristeza se apodero de mi.
No comprendia tu egoismo.
Si yo no podia ser mas feliz que cuando compartia mi felicidad contigo.
Sonreistede nuevo,
te acercaste misteriosa y lentamente a mi oido.....
!!y yo que crei ser el mas feliz del mundo!! ¡¡que no podia ser mas feliz!!... estaba tan equivocado. comprendi que nunca se puede aseverar tal cosa.
Tus palabras fueron truenos directo a mi pecho que dejo de latir por un instante para explotar luego en galopes insesantes. Contagiaste a mi cara de tu divina sonrisa.
Tan simples y bellas palabras que escapaban a mis pobres pensamientos.
Vas a ser papa.
AJT