El Unico testigo fue el mar

EL ÚNICO TESTIGO FUE EL MAR
Regrese ayer…
Lo vi venir una y otra vez
Regrese ante aquel mudo testigo
de mil juramentos...
Regrese sola...
No me bañó ni de escarchas
Ni de espumas…
Ni se posó bajo mis pies con su frescura
Solo su sal golpeaba tan fuerte mis mejillas,
mientras mis ojos enceguecían.
Regrese sola…
Con un andar cansado
me acerque a él
para encontrar que arrojaba hacia mis pies
despojos…
Un cadáver putrefacto…
Un fantasma, ya sin rostro…
Regrese ayer…
Lo vi venir una y otra vez.
debí internarme entre sus olas…
En sus ecos resonaban mentiras
Quise ser sorda a los recuerdos pero no pude…
Parecían ser dagas
clavándose una y otra vez en mi cerebro…
Haciéndolo explotar en mil pedazos…
Te busque en el horizonte sin hallarte…
Grite hasta casi quedar muda
¡Sí!
¡Yo supe cumplir mis juramentos!
Y me aleje de él casi corriendo
para no asfixiarme entre mis propias sales.
Regrese ayer…
No me bañó de espumas
Solo escupió hacia mí
un laberinto de recuerdos…
Un despojo de te amos…
de te quieros…
de quejidos y lamentos…
Descompuestos.
Regrese sola…
Regrese ayer…
Ante aquel mudo testigo
que te cobrará algún día
lo que adeudas…
Regrese sola…
JEM WONG
11.11.2004
Los dioses facilitan el primer verso;
los demás, los hace el poeta.
Valéry, Paul Ambroise