Masoquismo emocional

Aquí estoy
erosionándome
bajo esta lluvia de cristales.
Dos piernas en mi mente
que no querran
ayudarme a caminar.
Cuestión de karma tal vez,
quizás por aquella
a la que no le hice ni caso,
quizás por aquella otra
a la que no le dije ni mi nombre.
Todo retorna,
y retorna más complicado.
Me lo pones difícil
y me obsesiono,
fumo más de lo común
y nada frena
este nerviosismo interno.
Masoquismo emocional
en este jardín
de flores carnívoras.
Carne
y sentimientos encontrados.
Batallas y más batallas
frente a un espejo
que se quiebra cuando pienso
"no lo lograrás".
Tendré suerte
si capto de nuevo
esa maravillosa presencia,
sino
acabará siendo
una ilusión óptica
en un cerebro borracho,
porque esas palabras
que me devuelve este aparato
podrían ser
las de una bella fantasma. . .
Y es que en el fondo,
tras estas capas
que he ido forjando
a base de desencantos
se sigue escondiendo
un memo enamoradizo.
Y es que parecías la respuesta
a una antigua llamada de auxilio.
Tengo esperanza,
soy experto
en recuperarla y perderla
con la facilidad
con la que tú deslizas el peine
por esa cuidada melena.
Soy el destino caótico
narrado por un mudo
con fe en el silencio.
Soy el eco
de preguntas que nadie hizo.
Soy esa moneda
en el fondo de la fuente
lanzada con ilusión
pero que no cumplirá su cometido.
Soy mis quejas y reclamos
en oídos
que hablan otro idioma. . .
Tengo una causa
y mil finales,
me pones barreras
que aún no he aprendido
a saltar. . .
Pero tengo tiempo
y planes
y huellas
que no he decidido
donde plantar aún.
Aquí estoy
arrancándome la piel a tiras
para que tu las deseches
como si nunca,
nunca jamás,
huebiese pasado nada. . .
Y es que tal vez nada haya ocurrido
y todo esto solo sea
una mínima parte
del absurdo y preciado juego
de la vida
y la exageración.