Quisiera ser pura hoja de tabaco
y, con una profunda calada tuya,
adentrarme en ti
hasta que, abrasado de amor y consumido totalmente
con un anhelante suspiro tuyo saliese suavemente de ti. Y, a la vez, por Fortuna, me quedase dentro de ti, convertido en la más adictiva nicotina. Y, por tu ansia, de mis cenizas como el Fénix volver una y otra vez a resurgir. Y calmar, una a una, todas tus ansias hasta que, al fin, sólo te quedase ansia de mí.
Y, si un día, de fumar dejaras
una suave brisa de primavera quisiera ser. Y llevarte los más embriagadores aromas
del mundo entero, aunque para ello
tuviese que ser arrastrado por tornado, huracán, ciclón y vendaval. Y, en la tibia mañana de primavera, quisiera, en mi etéreo estado, acariciar cálidamente tu mejilla y ondear plácidamente tu suelto cabello
y que, respirándome tú, por tu boca te respirara hasta que, al fin, sólo mi aire toda tu vida llenara.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!