Me apresuré a alcanzarte en el castillo
para entregar pronto un romántico escrito,
dando un salto por entre los corrillos
lejos divise tu porte y lance al viento
un hondo suspiro, todos oyó dos veces,
para que detuvieras la veloz carrera.
Al tenerte al frente mis ojos crecieron,
se agito mi pulso y no sabia que hablar,
al ver tan hermosa y alegre doncella.
Encontré respuesta por que me enloqueces,
porque me emociono y que más no quisiera
sentir, si recuerdo las palabras que nacieron
de sus sensuales labios y la luz hizo brillar.
¡No es cita, es una visita cual fugaz centella!
Fue internando en confines del recuerdo,
recorrió su casa y el amor del pasado,
que marcó su vida y no quiere abandonar
para no perderlo y un día volver a amar;
Si él a otra quiere, para que vas ha sufrir.
Tu vida tierna, con alguien puedes compartir
felicidad por periodos cortos o extensos,
te sacie de ternura, llene toda de besos
y borre para siempre la pesada amargura
que mantiene en abismo sin ver la aurora.
Me sirve saber que tienes tanta hermosura,
para poderme inspirar con esta partitura.