Dime quién eres, anda. Yo te diré quién soy,
porque soy un Don Nadie mientras no me lo digas.
Necesito tu esencia para que me bendigas,
para saber a ciencia cierta hacia dónde voy.
Dime quién eres para que abandone mi nada,
para saber que hay algo más allá del vacío,
pues sin ti soy apenas un mordaz desvarío,
un mutante sonámbulo, funda soy sin espada.
Cuando sepa tu nombre, cuando sepa quién eres,
cuando pueda escucharlo de tus labios, amor,
puede ser que descubra que detrás del dolor
hay un mundo infinito de infinitos placeres.
Pero dime quién eres, por favor, vida mía,
que yo sepa de dónde, cuándo, cómo y por qué
te cruzaste en mi vía. Sólo entonces tendré
paz, quietud en el alma y una que otra alegría.
Anda, dime quién eres, dónde vives, qué sueñas
dime dónde robaste de tus labios la miel,
qué pintor consagrado consagró su pincel
que hasta tienes encanto cuando aún me desdeñas.
Y si no me lo dices, dime al menos siquiera
por qué sendas ignotas debo de caminar
para que al fin mis ojos cejen ya de llorar
y mantener ardiendo la llama de mi hoguera.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC