PEDAGOGÍA SINIESTRA

PEDAGOGÍA SINIESTRA

“Las tiranías fomentan la estupidez”.

Por: Jorge Luis Borges

“En la risa de mi maestro veía su pedagogía del terror”.

Por: M. Ebratt

“Mi maestro guardaba en el elogio su odio y su desprecio”.

Por: M. Ebratt

En su falsa risa escondió el alma turbia de Creonte,

palabras que picotearon con saña la inocencia del aprendiz.

Maestros fariseos volatineros del engaño, regentes y jueces reguladores del miedo,

asesinos de rebeldes que mueren insepultos bajo el dictamen de sus poderes.

Dogmas que nos atragantan el espíritu bajo la mirada feroz de ese sabio caníbal,

pedagogía de guillotina que implanta la docilidad y el silencio de la palabra.

Sabios tiranos que gritan respeto cuando la razón se arma en la lucha,

en el salón los Polinises callan ante la severa voz del Creonte feroz.

Mil veces muere Antígona ante la ignominia siniestra  de ese sabio castigador,

su escritorio es el símbolo de su autoridad que hace temblar el alma del chaval sumiso.

La verdad revelada resuena entre los pupitres y el alumno eco repite la vil canallada,

la escuela de monstruos espanta la inocencia y una loca champeta regocija  el espíritu.

El reloj de la cama despierta en la hora infernal y el desayuno comienza a indigestar,

a lo lejos la ferocidad se acerca y en un maletín guardan los refritos del saber.

Salta la sagrada escritura y un niño temeroso sopla una figura de plastilina,

la vida brota de un aire divino y la materia infernal se destruye y crea la muerte.

Pedagogía de baratija madre de la ignorancia, falso saber que llora su vil destino,

eclipse escolar que opaca la lámpara de Diógenes y tapa la boca de los enigmas seductores.

Escuelas de cementerios donde se aviva el ruego y se diseca el alma altanera,

fósiles asalariados que parlotean ideas amorfas entre la rumia y el engaño.

Los niños huyen del tablero patibulario y de las balas asesinas de la ignorancia profesoral,

un canto fúnebre es la voz del impostor con ropaje socrático que aniquila.

Saberes de cicuta amarga que asesinan almas, Melitos perversos que oscurecen el camino,

Critias criminales que asolan escuelas y mutilan a traición los Hermas del saber.

Presuntos sabios que llevan en sus libros el loco farfulleo de sus escrituras y la pasan como vellocino de oro,

asaltan las escuelas con el fusil de la mediocridad y asesinan las almas inocentes.

Veo niños zombis por calles y avenidas a la escuela-

cementerio renunciando a la vida, amando la muerte,

quizás niños que aman el canto del pájaro y matan en su alma la voz del creonte aniquilador.

La Cirse y Medea habitan en las escuelas como faros que iluminan el alma del sabio Creonte contra la lámpara de un cínico,

aquel temido lleva la mirada de medusa que quema el germen inocente del asombro.

El infante llora cerca de la escuela.

¿Por qué no entras?

No, me horroriza este palacio de las pesadillas.

Mi maestra Casandra me mostró mi cruel destino.

Serás peor que una caja de Pandora.

Un cuerpo inútil que muere.

Llevo dentro un Creonte que no me deja.

Un tatuaje imborrable en el alma.

Un extraño sabio que quemó mis alas.

Soy muñones y miserias.

Por: Manuel Guillermo Ebratt Doncell

Barranquilla, 3 de Agostode 2016