Soy feliz mirándote dormida

Duermas mujer de semblante apacible,
en tu corazón pinte una ola de mar,
con expresión de mi forma de amar,
también un rayo de luz susceptible.
Quisiera despertarte, pero no haría
pues tu inocencia duerme en mi ser,
a pesar que suspiro por tu querer.
La sonrisa de tu ensueño la hago mía.
En el sueño descansan tus ojos azules
y tu cuerpo se esconde entre tules.
Mi tierna mujer duerme en mi brazo
escondida. Perfume de su pelo es regalo
del momento, con qué placer inhalo.
Mientras lo real espero de su abrazo.
Autor: Alcibíades Noceda Medina