Hay tardes que te decubro,
inquieta y ansiosa.
tus manos trabajan,
para poder alcanzar,
toda la promesa y los misterios.
Con soberana libertad,
te llenas de dulzura
y gota a gota,
recibes una humedad almibarada.
Nace cada tarde,
una íntima comunión,
que te acompaña,
necesaria e invariablemente,
por las horas.
Sube la espuma,
para transportarte,
a un éxtasis natural
y esperado.
Y lo disfrutas.....,
porque a veces,
una sed te oprime
y se transforma en nostalgia,
cuando te falta.
Te miro y quisiera ser mate,
para morir;en tus labios,cada tarde.