Tu me acostumbraste,
a escribirte todos los días,
en el manantial de mis pensamientos,
tu luz se renueva,
en el retoño de mis sueños,
tu me acostumbraste,
a deleitarme en tus ojos,
un suave refugio,
de tu mirada,
audaz, razante, tímida,
limpia y pura,
así es tu mirada,
llena de imágenes que se agolpan,
en la entrada de mis reflejos,
tu me acostumbraste,
a un corazón suspirando,
por tus besos,
en el ardor de tu piel te siento,
tu me acostumbraste,
a compartir nuestro secreto,
en tu cielo,
mis ojos te acompañan,
con la miel de mis te quiero,
tu me acostumbraste a amarte,
en el desenfado de los días,
la rutina de este infierno,
llena mis días de esperanzas,
a volar en tu mirada,
a navegar en tu boca,
alunizar en tu piel,
sedienta por mis besos,
tu me acostumbraste,
a todo esto,
a no dejarte...
LUNAFRIA