Esta tarde el silencio me ha visitado,
yo no incito, el sólo se ha invitado,
le hablo, le grito pero se hace el despistado,
me saquea, me destroza, me deja vedado.
Mi palabra dolorida, se transforma,
se humilla, se diluye en el tiempo,
se pierde entre las sombras sin forma,
se salpica torpemente en un momento.
No comprendo tu despecho,
tu ignorancia ignorada
crece como un helecho
en tu lasciva mirada.
No sugiero comprensión,
no deseo compasión,
mi pecado es pasión,
ya no me queda ilusión.
Me perdonas, te perdono
y ya intacto y ralo se va a pactar,
más ya no puedo,
he dejado ya de hablar.
No me importa tu presencia,
no me interesa tu actitud,
te presento mi inocencia,
posiblemente mi mayor virtud.
Y así, con dolor acumulado,
con resquemor de no haber sido,
me voy yermo de tu lado,
no sin silencio, si con un aullido.
Y si pretendes seguirme
como siempre así lo hiciste,
no pretendas que comprenda,
que de nuevo daño me hiciste.
Enrikt