Eres mía cuando ausente

Estoy contigo,
porque flores habrán siempre;
porque hay grandes vacíos
y días que parecen noches,
por algo que yo solo siembre;
porque no soy un tronco duro
y tú una roca fría;
porque los espacios están ahí,
para llenarse;
no por nuestras lindas caras
y sí por tu corazón tan bello;
y por mi espíritu que está vacío,
que será tuyo cuando me otorgues
todo lo que debe ser mío.
Cuando tenga razón para exigir
tu pensamiento a cada segundo;
una llamada de angustia,
en ese día que no sea fecundo;
cuando tenga derecho a pedirte un beso
en tu ausencia;
y para besarte estés ahí;
cuando de ti me aparte
y estés más cerca de mi saber;
aunque no te toque,
si bien me beses,
y mis labios no te alcancen;
así,
cuando mis manos palpen tu roce
y no pueda ni verte.