Dios en su alquimia incomprendida
prefiguró imágenes en los hombres,
que en la forma encuentran la medida
de descifrar los anagramas de sus nombres.
Dios, palabra del todo incomprendida
en propósito, origen, fundamento
más allá que cada cual da medida,
en su espacio, su tiempo, en su momento.
Mas, que decir con lenguaje humano,
que pueda explicar lo inexplicable
no será que mas que falso, es vano
el intento de alcanzar lo inalcanzable.
Es Dios, la zarza ardiente de voz grave
o el monolito sutil de “2001”,
es la ilusión de Icaro en ser ave,
o de todos los conceptos, no es ninguno?.
Y en el laberinto se hallarán mil argumentos
que cada ser, tendrá como ley o como rito
yo siento que ajeno es entendimientos
la misma esencia de eterno o de infinito.
Dios, bendición o anatema que en pedazos,
fue fragmentado sin temor y sin conciencia
poniendo en otros hombres los retazos
e imponiendo a fuego, dogmas a la ciencia.
Pienso si Dios no será la imágen en espejo
de sentirnos protegidos para siempre,
u otro Dios, detrás de Dios, es el reflejo
que nos aleja el fantasma de la muerte.
No puede ser Dios en la pequeña geografía
de la Tierra, una idea local, sin universo
que a deje a los sin fe, la más sombría
dudas al fabular los rostros más diversos
Que hay detrás de la muerte, detrás no hay nada
es la respuesta más cruel, la mas dolida
pues alivia más creer que la justicia ansiada
llegara cuando partamos de esta vida.