Avivo el pensamiento en este nuevo atardecer,
dejo de beber nostalgia por perdido querer.
Intuyo sutil armonía y a mi alma ya inunda
un caudal de notas, en clave de sol me circunda.
Melodías en tiempo constante busca concierto,
de nuevo en la sinfonía de la vida despierto,
en discreción altera la fusa a mi sueño lírico.
Se está volviendo en el contexto real el onírico.
En ella hay partitura que seduce nuevamente,
sin embargo debo cuidar los bemoles constantes.
La blanca en sinceridad y en lealtad es profunda,
ante su mágica mirada mi senda es redonda.
Una vez más la unidad básica de sentimiento
armonizan mis sentidos, musicalmente siento.
Confío el ritmo a mi corazón, que en él sostenido
no se altere y, la corchea se anime definido.
Autor: Alcibíades Noceda Medina